Crónica escrita por CAR
¿por dónde empezar?...a mí me han tocado los días 8, 9 y 10 que corresponden a 3 días puramente de rutas…por el Portugal profundo, vamos…
Fotos de caminos voy a poner, faltaría más…pero pensad que con el polvo que levantábamos (la mayoría de fotos fueron hechas en marcha y entre el polvo de fuera, el del parabrisas y el meneito de la marcha) …pues se han tenido que desechar unas cuantas.
Dado el tiempo que ha pasado desde el evento me permitiréis que empiece así:
…Corría el año 2009 en su día segundo del mes de agosto…la alegre comitiva se despertaba en el camping de Lisboa con pastelillos de Belem para empezar bien el día pero (aquí tendría que poner música de tensión…) una de las familias al abrir el paquete observaba que no estaban los 6 previstos sino tan solo 2 por un error de dimensiones incalculables de la Pastelería de Belem (os hago saber que tras mostrar mi disgusto por e-mail al Director General me respondió en horas invitándome en mi próxima visita no a los 4 pasteles que faltaban, sino a 12 catados con un vino de Oporto para que no me atragante…estos portugueses saben quedar bien…buena gente). Tremenda tragedia a la que todos (sobretodo los que tenían sus 6 pastelillos) nos supimos sobreponer y así poder emprender la marcha de unas 2 horas por carretera (bueno…a la salida de Lisboa también tenían una buena caravana…pero nada como las de aquí)…
Hasta ahora creo que nadie ha comentado las fatigas pasadas con las emisoras…unos no oyen cerca del otro coche…se lo arreglan pero ahora no oye a más de 400 metros…otros tienen las estacionarias por las nubes…a otros les meten un cable de masa que sirve para arrastrar autobuses…en Lisboa empezamos a tocarlas y acabamos de rematar el tema en los 2 últimos días de viaje, pero bueno…
nos mantuvieron ocupados…
Ahora aligero un poco la letra y meto fotos que es lo que queréis…tranquilos, je je.
…como decíamos…dejamos atrás Lisboa…el río Tajo es espectacularmente ancho en su parte final y lo mismo los puentes que lo atraviesan:
Como siempre se aprende algo…después de unos días de ir de aquí para allá comprobamos que lo mejor era comer pronto (además en Portugal son más europeos que nosotros y a la una está comiendo todo el mundo) para luego proseguir el itinerario previsto y este octavo día lo conseguimos. Paramos de camino en Montemor-o-novo en un restaurante muy agradable llamado Monte alentejano. Doy tantos datos porque aquí fue uno de los momentos más señalados del viaje. Nuestro querido Ander, en adelante Pavarotti (con el permiso de sus padres y ganado a pulso y a pulmones también…se nota que los tiene nuevos el angelito, je je) procedió a catar su primer helado y por la expresión parece que le gustó más que la comida propia de su edad:
Una vez llenados los depósitos particulares…proseguimos hacia el track nº 4 que nos tenía que llevar de Evora a Portalegre y que en su origen tenía 179 kms recorridos en más de 7 horas de las cuales 4 y media en marcha. Es obvio pensar que con niños y la hora que era tuvimos que recortarlo, pero aún así tuvimos track para rato a pesar de que al principio las señales nos hacían dudar que pudiésemos iniciarlo:
Los colores de las mismas no invitaban a seguir y estaban siempre con puertas valladas que había que abrir y no fácilmente algunas de ellas. Por suerte, dimos pronto con alegres lugareños que nos dijeron que no había ningún problema con dichas señales. Que lo único que teníamos que hacer era volver a dejar las puertas cerradas y listo. Pues dicho y hecho, así lo hicimos y vaya si lo hicimos…nos encontramos puertas y puertas y …más puertas. Unas con animales cerca que nos hacían dudar no fuese que se nos escapasen de un lado a otro…y algunas con una combinación de alambres y palos que los de capital tuvimos alguna dificultad en dar con la “combinación” para abrirlas. Hasta encontramos puertas dobles…
Os mostramos algunos modelos de los muchos que había:
A todos estos kms de polvo y paradas por puertas y demás imprevistos los más pequeños respondieron de maravilla y aunque a veces caían en brazos de Morfeo:
…angelitos…como duermen…¡¡¡No os imagináis a qué velocidad cargan pilas!!!...para luego dar lo mejor de si mismos, je je
la mayoría de las veces disfrutaban de la paliza de coche con la mejor de sus sonrisas:
En homenaje a nuestros hijos, desde aquí mismo elevo tres gritos (con tu permiso Pavarotti…oh rey de los pulmones libre y las cuerdas vocales) de “HURRA” al aire por la paciencia con la que aguantaron las palizas de kms que les pegamos…y lo que les queda…angelitos…
Venga todos juntos:
HIP HIP …HURRAAAAAAAAA!!!!!! (más fuerte, leches…que no se oye)
HIP HIP …HURRAAAAAAAAA!!!!!! (venga que podéis un poquito más…Maestro Pavarotti enséñales cómo se hace)
HIP HIP …HURRAAAAAAAAA!!!!!! (vale, vale….esta ha sido buena…gracias de parte de los niños)
Recuperada la “pinza” perdida, seguimos…
Era un entorno tipo dehesa para que los animales vayan por donde les apetezca. Por aquí un alegre lugareño
Fastidiamos la siesta a unas cien o más ovejas …detrás de ellas había otra puerta y tuvimos que controlar que no se fuera ninguna para el otro lado…aquí el momento en que se levantaban acordándose de nuestra familia (kse06: ¿a los toros no los incordiamos así, no? je je):
Cruzamos ríos y riachuelos aunque agua…lo que es agua…las ruedas tocaron poca:
Las pistas estaban en bastante buen estado y eran de tierra muy fina que levantaba bastante polvo…por las fechas podéis imaginar que estaba todo bastante seco:
Aún así, las ruta discurría muy agradable aunque la empezamos hacia las 3 de la tarde y don Lorenzo caía sin piedad sobre nuestras sufridas monturas:
Y casi sin darnos cuenta llegamos al destino a muy pocos kms de la frontera y del pueblo de San Vicente de Alcántara pero seguíamos en Portugal. Un camping que no conocíamos ni por fotos y al entrar pensábamos que era el area de recepción y …sorpresa…lo que veíamos era todo lo que había. Os digo que eramos el 50% de los que allí se alojaban.
Era no más grande que un campo de futbol pero muy bucólico y agradable. Rodeado de tranquilidad y naturaleza y con un castillo en lo alto de una montaña cercana. Montamos el chiringuito (a estas alturas ya eramos unos expertos campistas) en un plis plas y a cenar a la luz de la luna. Pasamos una velada muy agradable…sin bichos a pesar de la naturaleza que nos rodeaba y cuando el cansancio pudo con nosotros nos retiramos a nuestros aposentos.
Dormí de maravilla (sin necesidad de fideuá…eh Busqui!!!), bajo la luz de la luna y con un silencio que sólo rompía el agradable sonido de los badajos de animales cercanos y los ronquidos de otros animales (estos racionales) pero lamentablemente…más cercanos (en nombre del buen rollito no voy a dar nombres y no escribiré ni uno de la “a” a la “Z”, ejem…)
¿por dónde empezar?...a mí me han tocado los días 8, 9 y 10 que corresponden a 3 días puramente de rutas…por el Portugal profundo, vamos…
Fotos de caminos voy a poner, faltaría más…pero pensad que con el polvo que levantábamos (la mayoría de fotos fueron hechas en marcha y entre el polvo de fuera, el del parabrisas y el meneito de la marcha) …pues se han tenido que desechar unas cuantas.
Dado el tiempo que ha pasado desde el evento me permitiréis que empiece así:
…Corría el año 2009 en su día segundo del mes de agosto…la alegre comitiva se despertaba en el camping de Lisboa con pastelillos de Belem para empezar bien el día pero (aquí tendría que poner música de tensión…) una de las familias al abrir el paquete observaba que no estaban los 6 previstos sino tan solo 2 por un error de dimensiones incalculables de la Pastelería de Belem (os hago saber que tras mostrar mi disgusto por e-mail al Director General me respondió en horas invitándome en mi próxima visita no a los 4 pasteles que faltaban, sino a 12 catados con un vino de Oporto para que no me atragante…estos portugueses saben quedar bien…buena gente). Tremenda tragedia a la que todos (sobretodo los que tenían sus 6 pastelillos) nos supimos sobreponer y así poder emprender la marcha de unas 2 horas por carretera (bueno…a la salida de Lisboa también tenían una buena caravana…pero nada como las de aquí)…
Hasta ahora creo que nadie ha comentado las fatigas pasadas con las emisoras…unos no oyen cerca del otro coche…se lo arreglan pero ahora no oye a más de 400 metros…otros tienen las estacionarias por las nubes…a otros les meten un cable de masa que sirve para arrastrar autobuses…en Lisboa empezamos a tocarlas y acabamos de rematar el tema en los 2 últimos días de viaje, pero bueno…
nos mantuvieron ocupados…
Ahora aligero un poco la letra y meto fotos que es lo que queréis…tranquilos, je je.
…como decíamos…dejamos atrás Lisboa…el río Tajo es espectacularmente ancho en su parte final y lo mismo los puentes que lo atraviesan:
Como siempre se aprende algo…después de unos días de ir de aquí para allá comprobamos que lo mejor era comer pronto (además en Portugal son más europeos que nosotros y a la una está comiendo todo el mundo) para luego proseguir el itinerario previsto y este octavo día lo conseguimos. Paramos de camino en Montemor-o-novo en un restaurante muy agradable llamado Monte alentejano. Doy tantos datos porque aquí fue uno de los momentos más señalados del viaje. Nuestro querido Ander, en adelante Pavarotti (con el permiso de sus padres y ganado a pulso y a pulmones también…se nota que los tiene nuevos el angelito, je je) procedió a catar su primer helado y por la expresión parece que le gustó más que la comida propia de su edad:
Una vez llenados los depósitos particulares…proseguimos hacia el track nº 4 que nos tenía que llevar de Evora a Portalegre y que en su origen tenía 179 kms recorridos en más de 7 horas de las cuales 4 y media en marcha. Es obvio pensar que con niños y la hora que era tuvimos que recortarlo, pero aún así tuvimos track para rato a pesar de que al principio las señales nos hacían dudar que pudiésemos iniciarlo:
Los colores de las mismas no invitaban a seguir y estaban siempre con puertas valladas que había que abrir y no fácilmente algunas de ellas. Por suerte, dimos pronto con alegres lugareños que nos dijeron que no había ningún problema con dichas señales. Que lo único que teníamos que hacer era volver a dejar las puertas cerradas y listo. Pues dicho y hecho, así lo hicimos y vaya si lo hicimos…nos encontramos puertas y puertas y …más puertas. Unas con animales cerca que nos hacían dudar no fuese que se nos escapasen de un lado a otro…y algunas con una combinación de alambres y palos que los de capital tuvimos alguna dificultad en dar con la “combinación” para abrirlas. Hasta encontramos puertas dobles…
Os mostramos algunos modelos de los muchos que había:
A todos estos kms de polvo y paradas por puertas y demás imprevistos los más pequeños respondieron de maravilla y aunque a veces caían en brazos de Morfeo:
…angelitos…como duermen…¡¡¡No os imagináis a qué velocidad cargan pilas!!!...para luego dar lo mejor de si mismos, je je
la mayoría de las veces disfrutaban de la paliza de coche con la mejor de sus sonrisas:
En homenaje a nuestros hijos, desde aquí mismo elevo tres gritos (con tu permiso Pavarotti…oh rey de los pulmones libre y las cuerdas vocales) de “HURRA” al aire por la paciencia con la que aguantaron las palizas de kms que les pegamos…y lo que les queda…angelitos…
Venga todos juntos:
HIP HIP …HURRAAAAAAAAA!!!!!! (más fuerte, leches…que no se oye)
HIP HIP …HURRAAAAAAAAA!!!!!! (venga que podéis un poquito más…Maestro Pavarotti enséñales cómo se hace)
HIP HIP …HURRAAAAAAAAA!!!!!! (vale, vale….esta ha sido buena…gracias de parte de los niños)
Recuperada la “pinza” perdida, seguimos…
Era un entorno tipo dehesa para que los animales vayan por donde les apetezca. Por aquí un alegre lugareño
Fastidiamos la siesta a unas cien o más ovejas …detrás de ellas había otra puerta y tuvimos que controlar que no se fuera ninguna para el otro lado…aquí el momento en que se levantaban acordándose de nuestra familia (kse06: ¿a los toros no los incordiamos así, no? je je):
Cruzamos ríos y riachuelos aunque agua…lo que es agua…las ruedas tocaron poca:
Las pistas estaban en bastante buen estado y eran de tierra muy fina que levantaba bastante polvo…por las fechas podéis imaginar que estaba todo bastante seco:
Aún así, las ruta discurría muy agradable aunque la empezamos hacia las 3 de la tarde y don Lorenzo caía sin piedad sobre nuestras sufridas monturas:
Y casi sin darnos cuenta llegamos al destino a muy pocos kms de la frontera y del pueblo de San Vicente de Alcántara pero seguíamos en Portugal. Un camping que no conocíamos ni por fotos y al entrar pensábamos que era el area de recepción y …sorpresa…lo que veíamos era todo lo que había. Os digo que eramos el 50% de los que allí se alojaban.
Era no más grande que un campo de futbol pero muy bucólico y agradable. Rodeado de tranquilidad y naturaleza y con un castillo en lo alto de una montaña cercana. Montamos el chiringuito (a estas alturas ya eramos unos expertos campistas) en un plis plas y a cenar a la luz de la luna. Pasamos una velada muy agradable…sin bichos a pesar de la naturaleza que nos rodeaba y cuando el cansancio pudo con nosotros nos retiramos a nuestros aposentos.
Dormí de maravilla (sin necesidad de fideuá…eh Busqui!!!), bajo la luz de la luna y con un silencio que sólo rompía el agradable sonido de los badajos de animales cercanos y los ronquidos de otros animales (estos racionales) pero lamentablemente…más cercanos (en nombre del buen rollito no voy a dar nombres y no escribiré ni uno de la “a” a la “Z”, ejem…)
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