Crónica escrita por AMATXU
Después de tantos días sin parar de coche y de ruta, los que mas los que menos estábamos bastante cansados.
Salimos por la mañana de la Guarda, después de haber desayunado como dios manda, hacia Barcelos, nuestro lugar de descanso por dos días.
Esta vez lo hacíamos solo por asfalto y con la esperanza de que la casa estuviera tan bien como las fotos que habíamos visto la noche anterior en internet.
Pero cual es nuestra sorpresa que al llegar a la casa, las imágenes una vez mas no hacían justicia a lo que estábamos viendo y a lo que la señora de la casa nos iba comentando.
En cuanto tuvimos oportunidad algunos solo vaciamos los maleteros a medias y abriendo las maletas como pudimos cogimos los bañadores y antes de esperar mas ya estábamos todos en la piscinita, que lujo!!!!!
Tanto nos había gustado el lugar que decidimos quedarnos un día mas, pues la casa estaba libre, con algún que otro problemilla por medio, para anular la reserva que teníamos en el hotel de Braganza (que no viene al caso) conseguimos quedarnos a disfrutar y descansar un día mas de la estupenda casa de Sequeade
Después de tantos días sin parar de coche y de ruta, los que mas los que menos estábamos bastante cansados.
Salimos por la mañana de la Guarda, después de haber desayunado como dios manda, hacia Barcelos, nuestro lugar de descanso por dos días.
Esta vez lo hacíamos solo por asfalto y con la esperanza de que la casa estuviera tan bien como las fotos que habíamos visto la noche anterior en internet.
Pero cual es nuestra sorpresa que al llegar a la casa, las imágenes una vez mas no hacían justicia a lo que estábamos viendo y a lo que la señora de la casa nos iba comentando.
En cuanto tuvimos oportunidad algunos solo vaciamos los maleteros a medias y abriendo las maletas como pudimos cogimos los bañadores y antes de esperar mas ya estábamos todos en la piscinita, que lujo!!!!!
Tanto nos había gustado el lugar que decidimos quedarnos un día mas, pues la casa estaba libre, con algún que otro problemilla por medio, para anular la reserva que teníamos en el hotel de Braganza (que no viene al caso) conseguimos quedarnos a disfrutar y descansar un día mas de la estupenda casa de Sequeade
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